viernes, 23 de julio de 2010

Halo.

Veo la luz, está al alcance de mi mano. Por fin mi corazón parece que hace un pequeño esbozo de lo que quizá en un futuro pueda ser una sonrisa. De momento, aquello que parece que es el final de tunel es sólo una motita en el horizonte. Pero ya lo veo, sé que está ahí. Un poquito más, un último esfuerzo y lo habré conseguido. Parece que finalmente voy a poder dejar este mar que ha sido mi compañero durante quizá demasiado tiempo. A veces mar de lamentos, mas de inquietudes, mar de escollos y mar de anhelos. Pero sobre todo mar compañero. Un compañero que ha sabido escuchar y poner siempre buena cara cuando las circunstancias lo han necesitado, quitando alguna que otra tormenta, que por muy grande que haya podido ser, finalmente se ha disipado.

[...]

Ahora bien, aún queda camino por nada y remolinos que encontrarse, aunque también islotes en los que pararse a descansar, esperemos. Aún llegando a la nueva orilla, un camino tan largo no se olvida, claro que no. Ha sido un camino del que aprender, del que a pesar de todo quizá tengamos partes positivas y más de una moraleja. Al fin y al cabo, seguramente tenga que volver a zambullirme en sus aguas algún día. Pero esta vez, estaremos preparados, no me pillarán tan indefenso como la primera vez. De eso podemos estar seguros.

How long may I keep you inside?




No hay comentarios:

Publicar un comentario