"No te preocupes tanto por mí". Buen consejo, si... ¿y qué hago si sigues teniendo una parcela en mi cabeza? Qué hago si la llama no se ha apagado con la frialdad del ártico ni con el vacío de una habitación sin ventanas... Cómo no me voy a preocupar, si en mi soledad sólo estás tu.
[...]
Indecisión por quien ha sacado las dos caras, los dos opuestos. No puedo luchar contra mí mismo, es imposible intentar quitarte de en medio si en esta batalla la razón no está del mismo lado que el corazón.
Odio el silencio que me aleja de la seguridad. Odio el silencio que me aleja de la realidad y del saber y me acerca a la indecisión y la impotencia. Odio el silencio que crea barreras entre dos mitades incompletas. Barreras de desconfianza y tensión.
Abre tus brazos, sácame del agujero.
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