
Alguien me dijo una vez que hay pensamientos que nunca te dejan, sólo se esconden y salen a la luz cuando les apetece. Que en el momento menos esperando te pueden llevar una sonrisa a la cara o hacer que una lágrima caiga por tu mejilla y que te puedes acostumbrar a vivir con ellos. Sinceramente, me lo creo...
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